Norma voluntaria para el seguimiento y la verificación del contenido de materiales reciclados en un producto final. Se aplica a toda la cadena de suministro y aborda la trazabilidad, los principios medioambientales, los requisitos sociales, el contenido químico y el etiquetado. Así como el procesamiento, la fabricación, el envasado, el comercio y la distribución de los productos con un mínimo del 20% de material reciclado.